Anuario Hedonista 2024
Cuidar. Qué verbo tan universal, qué acción tan inherente al ser humano. Qué palabra tan importante para la gastronomía.
Cuidar al cliente, pero también al producto y al productor; cuidar el entorno, las tradiciones; cuidar el equipo de personas que trabajan a tu lado. Cuidar es el eje principal en torno al cual gira el Anuario 2024 de Guía Hedonista que acaba de salir del horno y puedes encontrar ya disponible aquí. 99 restaurantes, 170 páginas, fotos preciosas, palabras bonitas, reflexiones, firmas talentosísimas y, como novedad, una selección de cafeterías, charcuterías, bodegas, wine bars, hornos o tiendas que merecen la pena.
El Anuario Hedonista es uno de esos productos editoriales que, año tras año (¡y ya van ocho!), cuidamos, precisamente, desde Lobo. Con mucho mimo, tiempo, cariño, esmero, respeto. Porque creemos de verdad (de corazón) que todo lo que importa cabe en un plato sencillo, en torno al calorcito de una mesa. Lo demás, como diría nuestro capitán Jesús Terrés, es calderilla.
Conjugando el verbo cuidar
Después de ocho años resulta inevitable hacer balance. Hay restaurantes que siguen al pie del cañón, dejándose los cuernos cada día, haciendo un trabajo impecable; otros han desaparecido; algunos de sus propietarios se han jubilado; otros negocios han cambiado de manos o se han reconvertido en otra cosa.
“Es el ciclo de la vida. Y está bien que sea así”, reflexiona la directora de Guía Hedonista Valencia, Paula Pons, “pero todos tienen algo en común: los que ya no están nos dejaron ratitos memorables, los que continúan siguen dándonos grandes alegrías”.
Lo de las cosas bonitas
Tenemos una certeza: se intuye un cambio de rumbo en lo que percibimos como lujo. Se resquebraja, especialmente en nuestro planeta gastronómico. El lujo no son los maïtres estirados, el champagne con pepitas de oro, marcas con logos gigantes o botellas de Vodka con lucecitas. Nada de eso cobija de verdad la excelencia.
El lujo tiene que ver con las manos. Con las manos de un artesano, con la paciencia infinita tras cada oficio, con los amaneceres tostados de tantos ganaderos, pastores, tenderos, payeses y pescadores. Con la piel curtida por el sol. Lo resume Terrés:
“Con las agricultores y labradores (Conchín de Almussafes o Luis “el Llop” desde Favara) que cada noche se dejan el alma en la ‘tira de contar’ de Mercavalencia, con toda la verdad que transpira cada puesto del Mercado Central de Valencia. Tenemos el mejor mercado gastronómico del mundo a tres pasos de casa —eso sí es un lujo. Lo sublime, para mí, tiene más que ver con los abrazos de Jose y Miguel del Rausell, con la sonrisa de Bego, con los aromas frente a la plancha del Richard, el huertito de Chemo y Ana en Napicol, el carro de pescado fresco en el Bressol o ese hambre de alegría que se respira siempre en Casa Carmela”.
Por eso esta temporada también dedicamos este Anuario 2024 de Guía Hedonista a la belleza de lo cotidiano. Ojalá nunca lo pasemos por alto.
Puedes hacerte con el Anuario 2024 de Guía Hedonista aquí.